¿Qué puedo ganar si hago un proceso de mediación?
La mediación es un proceso en el que dos o más personas, porque no está limitado el número de participantes en ella —puesto que podemos encontrar casos en los que sea imperioso que participen todas las partes, como un claro ejemplo sería un divorcio en donde los padres, los hijos, hermanos, tíos, abuelos …—, deban asistir porque cada uno tiene algo que decir y que aportar al proceso de mediación.
La mediación no limita su alcance para llegar a las personas que tienen un conflicto, porque lo que trata por todos los medios que dispone es de encontrar la solución al conflicto que se ha creado, siempre guiadas por el profesional de mediación, que puede ser un mediador o una mediadora que esté reglado conforme a la Ley 5 de 2012 de 6 de julio de mediación en asuntos civiles y mercantiles.
Estos profesionales cuentan con una gran preparación, que no parte de su carrera de origen, puesto que deben continuar formándose en otras disciplinas para complementarse como profesionales, y deberán utilizar las diversas herramientas adquiridas durante toda su carrera, como es la psicología y la pedagogía; además, de la gestión de sus propios conflictos para llegar a ser el mejor profesional. Este es un proceso totalmente voluntario, y las partes que acepten la mediación, en cualquier momento pueden decidir no continuarla.
El mediador o mediadora será objetivo, imparcial y neutral con las partes, pero no así si hay menores o discapacitados, porque entonces defenderá sus interés en bien de que no se le pise ningún derecho a los más necesitados.
La importancia que tiene la mediación en las personas
- Todas las partes participan en la resolución del conflicto.
- Se pueden mediar todos los casos, como son por ejemplo: divorcios, custodias, separaciones, herencias, conflictos familiares, contratos, tanto civiles de alquileres y/o compraventa, contratos laborales, despidos, comunitarios con vecinos por impago de recibos, problemas de ruidos u otros, empresas familiares y empresas privadas. Todo se puede mediar, excepto los delitos de violencia de género.
Cómo funciona exactamente y donde puedo ir a pedir un proceso de mediación
En mediación se encuentran reunidas las partes afectadas y el mediador o mediadora. El profesional primero se presenta y explica el funcionamiento de la mediación y la metodología de las sesiones, su desarrollo y el tiempo que este pueda tomar, además de todo lo que se necesite, dependiendo de cada caso a tratar. La mediación es un sistema más flexible y son las partes las que determinan las pautas. Las reuniones tienen lugar en una mesa redonda, para que los asistentes puedan mirarse desde todos los ángulos posibles y la comunicación sea abierta. El mediador escucha a las partes y hacen que las partes se escuchen. En caso de que esto último no funcione, se llevaría a cabo lo que se denomina caucus, sesiones separadas con cada parte para poder entender y tener la visión del conflicto de una
manera individual; así, una vez se hayan escuchado todas las partes de manera conjunta o separada por el mediador/a, entonces todos juntos expondrán el conflicto.
El mediador/a puede utilizar las herramientas y métodos que estime oportunos, como pueden ser las reformulaciones de las preguntas para hacer ver a cada parte, también se puede llevar a cabo el cambio de roles, donde se pone en juego la empatía. El profesional no da nunca la solución, sino que ayuda y guía a que las partes la puedan encontrar por sí solas. Es importante que al acuerdo que pueden llegar las partes sea conforme a derecho, lo queque significa que primero lo puedan cumplir las partes, y que no se esté vulnerando ningún derecho.
El acuerdo al que alcancen las partes puede llevarse ante notario, para que pueda ser elevado a escritura pública, es decir el notario dará fe de que este acuerdo es real y que las partes están de acuerdo con él. También podrá ser llevado ante el juez que sea conocedor del proceso para que lo homologue, o para que dicte sentencia en base a este acuerdo.
¿A quién va dirigida la mediación?
A todas las personas que tengan un conflicto y lo quieran solucionar de manera pacifica y civilizada. Personas que estén atravesando un divorcio y quieren que sea más pacífico y llevadero, como aquellas con un proceso judicial abierto.
Las ventajas, además, se encuentran en la cantidad de veces que se puede acudir a un proceso de mediación para cambiar un acuerdo porque las circunstancias de las partes hayan cambiado. Además de que este procedimiento es el único que puede modificar lo que ha dictado un juez en sentencia, siempre y cuando las partes estén totalmente de acuerdo. Este tampoco agota la vía judicial, así que podemos volver en cualquier momento al proceso de nuevo.
¿A quién podemos pedir una mediación?
Podemos pedir una mediación bien a una Asociación de Mediación, que se encuentre en nuestra comunidad, o a un mediador o mediadora inscrito en el Registro de Mediadores. Siempre que el profesional pueda acreditar que está al corriente de su seguro de Responsabilidad Civil, que tenga la titulación que lo acredita como mediador y que pueda acreditar la inscripción en el Registro de Mediadores.