Entrevistamos a Ana Almiñana, abogada y mediadora, especializada en Derecho Civil y Penal en Gandía. También es formadora – Legal Coach. CEO de Iuris Gandía Abogados y de Abogacía con Alma, donde ayuda a abogadas emprendedoras a potenciar su marca personal con el método ALMA.
La abogada valenciana organizó el pasado mes de mayo el Primer Congreso de Abogacía con Alma, que tuvo lugar en Gandía, al que asistieron como ponentes especialistas como Raúl Herrera, Achaít Díaz, Karol Valencia, Rachid Mohamed, entre otros.
Recordamos la energía con la que Ana Almiñana se subía al escenario el 5 de mayo frente a diversos especialistas en derecho y del mundo de la comunicación, diciendo, firmemente: «Si quieres cambiar el mundo empiezas por ti primero», así es como Ana comenzó a dar sus pasitos hasta crear el #MétodoAlma, un movimiento que se inicia de forma individual y que «transforma al lobo solitario en líder».
¿Qué esperabas tras tanto esfuerzo en este Congreso?
Si te refieres a cuál era mi objetivo al organizar este Congreso, en principio, era dar a conocer el movimiento de Abogacía con Alma.
Ya sabes lo que dije en el discurso de bienvenida: «Una gota en el océano es insignificante, sin embargo, la suma de muchas gotas puede formar un mar. Lo igual atrae a lo igual. Y por este motivo, los pájaros se unen por su forma de volar… y aquí estoy, invitándoos a volar, a que seáis parte del cambio».
Espero un cambio de paradigmas en la abogacía conocida hasta ahora. Pienso que se puede ejercer la abogacía desde nuestra esencia, nuestro yo más genuino y auténtico. El que se esconde debajo de todas las etiquetas impuestas o autoimpuestas.
¿Qué crees que has conseguido con este Congreso de Abogacía con Alma?
Con el corazón en la mano te puedo decir que he conseguido mucho más de lo que esperaba. Ha sido una gran experiencia en la que he tenido la oportunidad de convivir durante dos días con personas extraordinarias y se ha generado una energía entre nosotras casi mágica. Ha pasado casi un mes y todavía seguimos con el subidón todos los asistentes. Así que me siento agradecida de haber atraído a personas con tan buena vibra.
¿Cómo has conseguido trabajar en la organización del Congreso al tiempo que seguías con tu labor como abogada?
Casi me cuesta la salud. De hecho, esto os lo cuento en uno de los capítulos de mi libro, así que no puedo desvelarte el secreto. Sólo puedo decirte que lo organicé yo sola y que en el transcurso del tiempo fueron surgiendo aliados que me acompañaron en el camino y entre ellos, el equipo de Dykinson fue fundamental.
Espero un cambio de paradigmas en la abogacía conocida hasta ahora.
¿Habrá un segundo Congreso de Abogacía con ALMA?
Por supuesto que sí, además ya estamos pensado en realizarlo en Madrid. ¡Que sepáis que tenemos lista de espera de ponentes! O sea, que hay gente que ya está a la cola, incluso personas de Sudamérica que me están pidiendo que les avise para poder apuntarse la próxima vez a este encuentro.
¿Qué es la abogacía disruptiva?
La abogacía disruptiva es aquella abogacía que pretende cambiar los cánones establecidos hasta ahora. Es contrario a los viejos paradigmas de la abogacía que hemos conocido hasta ahora; estamos trabajando por que sea una abogacía más proactiva, más cercana, más humana y, sobre todo, más colaborativa. Que los compañeros no sientan la soledad del emprendedor.
Como bien sabemos, ayudas a abogados y a emprendedores a ganar autoridad y fidelizar con clientes potenciando su marca personal con el Método Alma. ¿Consideras que has conseguido la fórmula mágica?
Las fórmulas mágicas no existen y no he inventado la fórmula de la Coca-Cola, amigos. Simplemente he partido de mi experiencia de más de 13 años de ejercicio profesional y, como siempre estoy formándome (porque siempre aconsejo que uno debe estar formando y que todo mentor debe tener su mentor), lo que hice fue recopilar cada uno de mis conocimientos en un método y saber lo que es importante y necesitamos para aprender. Por eso utilizo el término ATREVIMIENTO en mi discurso y el de LIDERAZGO, que es la parte de la que tanto nos habla Raúl Herrera, de la gestión de despacho, la facturación, la hoja de encargo, la gestión de expedientes… Y luego, el término de MENTALIDAD, que es uno de los que más me gustan porque ayuda a inspirar a otros o, como dijo Paloma Sadki durante su ponencia, ser influyentes y ayudar a una compañera o compañero que está desmotivado con la profesión. Por último, hago uso de la palabra AUTORIDAD. La autoridad es importante y se genera a través de una buena imagen de marca, una buena web, un buen posicionamiento, saber hacer uso de las redes sociales…
Para mí mentorizar es trabajar las creencias limitantes, a veces ese bloqueo nos impide crecer.
¿Crees que los abogados estáis más cerca de hallar una solución a los problemas del sector?
Estamos trabajando en ello, pero queda mucho camino por hacer. Hace cien años una mujer no podía ejercer la profesión y hoy por hoy hay más mujeres ejerciendo la profesión que hombres. Esto es un cambio, por lo tanto, con Abogacía con ALMA va a ocurrir lo mismo, poco a poco lo vamos a conseguir.
¿Quién se preocupa por nuestra salud mental?
También estamos trabajando en ello, y por eso llevo años formándome en coaching y en programación neurolingüística, dado que me parece fascinante tanto el cerebro como ayudar a otra compañera. Para mí mentorizar es trabajar las creencias limitantes, a veces ese bloqueo nos impide crecer, hay una creencia limitante que no detectamos y que nos impide captar clientes, que nos impide ganar más dinero o incluso ponernos en valor. Esto es una parte fundamental en el método ALMA, la de mentalidad, algo que me encanta trabajar.
¿Qué libro recomiendas a nuestros lectores, tanto a nivel personal como a nivel profesional?
A nivel profesional tengo que hablar de mi compañero Raúl Herrera con su libro Cómo montar tu despacho y (sobre)vivir en el intento. A nivel profesional, Raúl es un crack.
Con relación al networking el libro de Networking de Cipri Quintas, que personalmente me ha ayudado muchísimo y gracias a eso hoy también sé trabajar esa parte más social.