Los abogados coinciden mayoritariamente en un carácter de su profesión: la pasión por proteger y garantizar los derechos de los ciudadanos. Este día tiene como objetivo celebrar a todos los profesionales de la abogacía y reconocer su trabajo incansable para la creación de unos pilares sociales más justos e igualitarios, un mundo mejor.
Estos profesionales se encargan de mantener la cohesión social y para ello emprenden un largo camino que comienza por sus estudios en Grado de Derecho. Más tarde para realizar el Examen de Acceso a la Abogacía que convoca el Ministerio de Justicia deben hacer un máster oficial y estar colegiados en el Colegio de Abogados. De esta manera, se especializarán en alguna de las diversas ramas del derecho público y privado.
Hemos preguntado a diferentes abogados por un consejo para todos aquellos que se están iniciando hoy en la profesión:
Bárbara Gómez Antich es abogada penalista orgullosa y docente del curso de Abogacía Penal además de divulgadora y ejerciente en el turno de oficio de Barcelona.
«Hacer cursos y estudios está muy bien, pero no hay nada como la práctica, y si es difícil conseguir prácticas, yo os aconsejo ir a ver juicios, es donde más se aprende: juzgado de instrucción, juzgado penal y audiencia provincial».
Ana Almiñana, por otro lado, es abogada y mediadora, especializada en Derecho Civil y Penal en Gandía. También es formadora- Legal Coach y CEO de Iuris Gandía Abogados y de Abogacía con Alma, donde ayuda a abogadas emprendedoras a potenciar su marca personal con el método Alma.
«Tened a mano el teléfono del que sabe, y los que no sabéis que estáis empezando: juntaros siempre con personas que sepan más que vosotros, preguntadles todas las dudas que os hablen de sus casos. A los abogados les encanta hablar asique aprovechad ese momento y aprended».
También hablamos con Enrique Sainz Rodríguez, abogado especializado en Derecho de Familia, Sucesiones y Nulidades Eclesiásticas en Fuster Fabra Abogados.
«Ser abogado es maravillo asique disfruta cada momento, nunca dejes de aprender, se ambicioso, pero respeta siempre al compañero, pero sobre todo no corras: la abogacía es un camino largo, elige ser mejor».
Estos consejos están enfocados en la nueva abogacía, el ejercicio cuenta con retos como la digitalización, la innovación o la diversificación de servicios que han de ser tenidos en cuenta para no quedarse atrás en el siglo XXI que avanza día a día según el contexto social actual. Es importante adaptarse a las nuevas generaciones y a sus necesidades, es imprescindible entender la sociedad para poder representarla.
El cuidado de la salud mental y la empatía se convierten en rasgos propios de la abogacía. Así como la necesidad de formación continua en un mundo cada vez más profesionalizado. Sin embargo, este último rasgo lejos de ser traducido como competencia, la nueva abogacía lo traduce como compañerismo y ayuda mutua. *
Ese compañerismo ha llevado a muchos abogados a hacer uso de las redes sociales o a crear colaboraciones propias cuyo fin sea compartir aquello que saben y así dar mejor servicio al cliente.
Raúl Herrera por ejemplo declaró que la abogacía es una profesión desafiante y a menudo solitaria y que por esa misma razón ha creado La Academia donde enseña sobre colaboraciones horizontales enfocadas a la ayuda entre profesionales y la colaboración vertical entre maestros y aprendices.
La abogacía tiene futuro y tiene emprendimiento e innovación, una visión nueva de mano a mano para las futuras generaciones.
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