La Academia: Espacio para formación técnica sobre Procesal Civil, Concursal o Gestión de Despacho

La abogacía es una profesión desafiante y a menudo solitaria. Aunque algunos puedan imaginar que la práctica de la abogacía es emocionante y glamorosa, la realidad es que puede ser una tarea ardua y agotadora. Hay momentos en los que podríamos sentir que estamos luchando solos en una batalla cuesta arriba. Pero, ¿por qué deberíamos sentirnos así? ¿Por qué deberíamos luchar solos en lugar de colaborar con nuestros colegas?

Soy Raúl Herrera, autor del libro Cómo montar tu despacho y [sobre] vivir en el intento; soy abogado ejerciente con más de 18 años de experiencia, diez de los cuales he desarrollado en mi propio despacho, una boutique legal especializada en derecho mercantil y concursal. Y es gracias a esta experiencia por lo que me decidí a escribir sobre este proceso.

En mi libro, entre otras cosas, hablo sobre la necesidad de colaborar entre abogados para mejorar y no sentirnos solos. Esta colaboración puede tomar muchas formas, pero dos de las más importantes son la colaboración horizontal y la colaboración vertical.

La colaboración horizontal tiene lugar entre abogados especializados en diferentes áreas que se intercambian clientes sin competir entre ellos. Esto significa que los abogados trabajan juntos en lugar de competir, lo que puede ser extremadamente beneficioso para todos los involucrados. Cuando los abogados colaboran de esta manera pueden ampliar sus servicios y atraer más clientes. Además, esta colaboración puede conllevar la creación de una red de abogados especializados que se apoyan mutuamente y se refieran casos entre ellos.

La colaboración vertical es entre maestros y aprendices. Es decir, los abogados novatos necesitan acudir a maestros de su misma especialización para mejorar como profesionales, resolver dudas, no sentirse solos y mejorar la estrategia. La abogacía es una profesión tradicional de aprendiz y maestro, y la colaboración vertical es una forma de mantener viva esa tradición. A través de la colaboración vertical, los abogados nóveles pueden aprender de los abogados experimentados y adquirir habilidades importantes que les permitan crecer en su carrera. Y, así, evitar la soledad.

Para fomentar la colaboración horizontal y vertical he creado la Academia, donde ofrezco mentoría o coaching a abogados con menos experiencia. Ya tengo más de 50 alumnos en la Academia. Las clases son particulares e individuales entre el alumno y yo. Las sesiones se realizan en línea a través de aplicaciones de videoconferencia, lo que permite a los alumnos participar desde cualquier lugar y en cualquier momento. Los participantes pagan por el tiempo consumido en cada sesión, lo que les permite controlar su propio tiempo y presupuesto.

En la Academia me enfoco en enseñar habilidades prácticas y compartir mis conocimientos y experiencia. Además, les brindo a mis alumnos la oportunidad de establecer conexiones con otros abogados en la misma situación y de crear una red de apoyo. Al trabajar juntos y apoyarnos mutuamente, los abogados podemos mejorar nuestra práctica y nuestra carrera.

En resumen, la colaboración entre abogados es esencial para mejorar en la práctica de la abogacía. La colaboración horizontal y vertical puede ser beneficiosa para todos los involucrados y puede ayudar a crear una comunidad de apoyo mutuo.

Si eres un abogado en ejercicio con menos experiencia, te animo a considerar la Academia como una forma de mejorar y avanzar en tu carrera. La Academia es una oportunidad única para tener un mentor y coach experimentado a tu disposición, en un formato de enseñanza personalizada y ajustado a tus necesidades. No tienes que sentirte solo o aislado en tu carrera; hay formas de colaborar con otros abogados y encontrar la ayuda y el apoyo que necesitas para tener éxito.

¡Te espero en la Academia!

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