Las vilezas del odio

«La tragedia ha vuelto otra vez a Ventas del Alhorín, la noticia ha causado estupor en los vecinos de la localidad; un asesinato y un suicidio, un hecho de tal magnitud que transciende del pueblo siendo de interés para los periódicos provinciales».

Juan Burgos Martínez no es el primer autor que utiliza la sierra jienense de Mágina para construir una ficción. Citemos como ejemplo el caso del Premio Príncipe de Asturias de Literatura de 2013, nacido en Úbeda, Antonio Muñoz Molina, quien creó la famosa ciudad Mágina en obras como Beatus Ille, una localización que se va repitiendo a lo largo de sus consiguientes novelas. Antonio Muñoz Molina ha sido considerado por muchos académicos como el creador de Mágina, uno los territorios literarios más destacados de la narrativa española reciente.

Las vilezas del odio

Desde los inicios se percibe en Las vilezas del odio, primera novela de la nueva colección de narrativa de Dykinson, una influencia que fácilmente puede proceder de El lazarillo de Tormes o del propio Don Quijote de la Mancha, clásicos de la literatura española, en la que la lealtad y la imaginación (tanto del autor como de algunos de los personajes) iban de la mano. Juan Burgos Martínez ha creado en este libro de casi 300 páginas una historia que tiene lugar en un pueblo imaginario de Jaén, en los años cincuenta. Un pueblo marcado por la opresión y el miedo, en el que se desarrollan episodios que exploran relaciones de poder y familiares, lealtades, injusticias y conflictos en el entorno rural (Ventas del Alhorín) debido a la lucha por la libertad en el entorno rural marcado por un régimen opresivo.

«Son los duros años de la década de los cincuenta, concretamente el año mil novecientos cincuenta y cinco, tiempos de carestía y estrecheces, donde predominan las largas y penosas jornadas de trabajo mal remuneradas; donde la justicia social brilla por su ausencia, con un Estado deficitario, en un país que todavía no se ha recuperado de una guerra fratricida que masacró a un pueblo acarreando miseria y desgracia durante lustros».

La escasez, las desigualdades económicas y la lucha de clases; además de violencia, ejercida por terratenientes a mujeres y trabajadores del campo, no nos es ajena, a pesar de que la historia sea una ficción. En época de posguerra, en la que la tierra de Andalucía era explotada por terratenientes, señoritos y extranjeros, las mujeres trabajaban con la mayor dignidad posible sobrellevando la carga de sus familias (entonces numerosas) y de su trabajo. Por ello, no es extraño, como describe el autor en su obra, que la soberbia y la ambición perpetuaran la tranquilidad, monotonía y costumbres de esta comarca situada en Sierra Mágina.

Burgos Martínez logra trasladar al lector a esta comarca imaginaria, a partir de una prosa precisa sobre las costumbres y un uso de diálogos y de personajes propios de la época, en el que la analfabetización reinaba entre los trabajadores y jornaleros, y la altanería entre la mayor parte de los «señoritos», como muestra el escritor en la obra.

Antonio Muñoz Molina ya dijo en su día acerca de la serranilla de Jaén: «[…] Mágina está en la literatura. Mágina la cambio yo como quiero, le pongo estación, se la quito, como es gratis…». Y es que si hablábamos de Mágina en la literatura el único autor que nos venía a la mente era Antonio Muñoz Molina; al igual que si citamos Macondo pensamos en García Márquez; o, llevando los espacios imaginarios a un momento más actual, si hablamos de Cocuán entonces hablamos de la joven autora ecuatoriana Natalia García Freire y de su novela Trajiste contigo el viento. En la literatura de ficción siempre es una alegría encontrar pasajes inexplorados, lugares encantados, o imaginarios que si bien recogen influencias reales, estas son transformadas al antojo del autor en fantasías, utopías, distopías o en lugares fantasmas, como Juan Rulfo creó en Pedro Páramo.

Juan Burgos Martínez

Nació en Jaén en el año 1970, natural de Bélmez de la Moraleda, una pequeña población perteneciente a la comarca jienense de Sierra Magina. Ha residido en distintas localidades por razones de estudios o trabajo. Lleva viviendo los últimos 23 años en Jaén, donde trabaja de funcionario de prisiones.

Las vilezas del odio es su primera novela.