Atención temprana, por María Fernández e Irene Tello

Tal y como se define en el Libro Blanco de la Atención Temprana:

«Se entiende por Atención Temprana el conjunto de intervenciones, dirigidas a la población infantil de 0-6 años, a la familia y al entorno, que tienen por objetivo dar respuesta lo más pronto posible a las necesidades transitorias o permanentes que presentan los niños con trastornos en su desarrollo o que tienen el riesgo de padecerlos. Estas intervenciones, que deben considerar la globalidad del niño, han de ser planificadas por un equipo de profesionales de orientación interdisciplinar o transdisciplinar.»

La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de las Naciones Unidas (2006), cuyos acuerdos fueron ratificados por España en 2008, establece la obligación de los Estados parte a promover y garantizar los derechos establecidos por dicha Convención, prestando estos la asistencia apropiada a los padres y a los representantes legales para el desempeño de sus funciones, en lo que respecta a la crianza del niño y velando por la creación de instituciones, instalaciones y servicios para el cuidado de los niños.

Parten del convencimiento de que la familia es la unidad colectiva natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a recibir protección de ésta y del Estado, y que las personas con discapacidad y sus familiares deben recibir la protección y la asistencia necesarias para que las familias puedan contribuir a que las personas con discapacidad, y así gocen de sus derechos plenamente y en igualdad de condiciones. El desarrollo infantil en los primeros años se encuentra en una etapa de maduración y de importante plasticidad que permite una progresiva adquisición de funciones tan importantes como el control postural, la autonomía de desplazamiento, la comunicación, el lenguaje verbal y la interacción social. Todo ello es fruto de la interacción entre factores genéticos y factores ambientales. La evolución de los niños con alteraciones en su desarrollo dependerá, en gran medida, de la prontitud en la detección y del momento de inicio de la Atención Temprana. Cuanto menor sea el tiempo de comienzo de la intervención, mejor aprovechamiento habrá de la plasticidad cerebral, por lo que aumentará la posibilidad de que alcancen la plena realización de sus potencialidades.

¿Cómo sé si el menor necesita Atención temprana?
  1. Los profesionales de la salud pública, o profesionales de la red de orientación podrán derivar a través del registro único de atención temprana.
  2. Cumplimentar la solicitud de «Valoración de Atención temprana» al Centro Regional de Coordinación y Valoración Infantil (CRECOVI).
  3. El CRECOVI cita a la familia para efectuar la valoración y emitirá un Dictamen y Resolución de necesidad de Atención Temprana (contiene el diagnóstico, el tipo de tratamiento recomendado y el plazo de validez previsto). En ese momento se informa a los padres de cómo solicitar la plaza en Atención temprana en los centros de referencia.
  4. Cumplimentar la solicitud de plaza.
  5. Desde la Dirección General de Atención a Personas con Discapacidad se pondrán en contacto con la familia cuando exista una plaza vacante que se adapte a las necesidades del menor.
  6. Tratamiento realizado por diferentes profesionales:
  • Estimulador: Los programas de estimulación abarcan todas las áreas del desarrollo (desarrollo sensoriomotor, estimulación del lenguaje y la comunicación, desarrollo cognitivo y desarrollo social y afectivo).
  •  Fisioterapia: Intervención dirigida a los niños que presentan alteraciones sensomotrices específicas con el fin de facilitar su desarrollo motor y prevenir o evitar la aparición de deformidades músculo-esqueléticas.
  • Psicomotricidad: Intervención dirigida a niños que presentan dificultades en el movimiento (coordinación, equilibrio, programación motora, etc.) con el objeto de facilitar su desarrollo motor y psíquico. Comprende actividades dirigidas a la integración de su esquema corporal, el ritmo, el equilibrio, la coordinación estática y dinámica y la estructuración espacio temporal. Se persigue, asimismo, el desarrollo de habilidades de autonomía personal y sociabilidad.
  • Logopedia: Intervención dirigida a los niños que presentan dificultades en la comunicación y el desarrollo del lenguaje, tanto comprensivo como expresivo, con el propósito del lograr un desarrollo global de la comunicación a través de la estimulación y enseñanza de códigos comunicativos adaptados a la edad y posibilidades de cada niño.
  • Psicoterapia: Intervención psicológica dirigida a problemas relacionados con el desarrollo del área socio-emocional y de la conducta. Estos tratamientos incorporan diversas técnicas para mejorar aspectos cognitivos, emocionales y sociales.

Una pregunta muy común es: Si el menor necesita tratamiento, ¿la familia tiene que solicitar discapacidad o dependencia? Nosotras respondemos: No necesariamente.

María Fernández e Irene Tello
Periodista, poeta y creadora de contenidos audiovisuales. Es egresada de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana y cursó un Máster en Literatura Española e Hispanoamericana, Teoría de la Literatura y Literatura Comparada en la Universidad de Salamanca.

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